Calamar sueña Ganar la Copa de la Liga

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Foto Ariel Cuellar

Platense superior a San Lorenzo es un justo Finalista que ya piensa en Huracán en Santiago del Estero el próximo domingo.

Por Estela Bobadilla

Foto Ariel Cuellar

Platense no creyó en imposibles.
Mientras otros miraban el fixture y veían una pesadilla, el Calamar se miró al espejo, se arremangó y dijo: “vamos igual”. Racing Club en el Cilindro, River Plate en el Monumental, San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. Todos gigantes. Todos estadios repletos, todos públicos locales que llenaban el aire con cánticos, presión, ruido. Y sin embargo, ahí estaba Platense, el pequeño que no se achicó.

La defensa de Platense y de la mano de su capitán se jugaron la vida por el pase a la final. Foto Ariel Cuellar

En Avellaneda, cuando Racing creyó que el trámite era sencillo, Platense se plantó. En Núñez, cuando River llenó su casa y puso a prueba a cualquier valiente, Platense jugó como si estuviera en casa. En Boedo, esta noche, cuando San Lorenzo apostaba a su mística, Platense sacó pecho y dijo: “acá estamos”.

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Este Platense es algo más que un equipo. Es un grito de barrio, es Saavedra latiendo en cada pelota dividida. Es el alma de la dupla Orsi-Gómez que moldeó a este grupo con humildad y coraje. Un plantel que juega con el corazón, que siente de verdad la camiseta marrón y blanca. Porque lo que Platense logró no es solo una racha ganadora: es una hazaña de carácter.

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Lo que han hecho hasta ahora no tiene explicación fácil: derribar a los grandes, uno tras otro, como David contra tres Goliats. Y ahora, el domingo 1 de junio en Santiago del Estero, los espera Huracán. La gran final de la Copa de la Liga.

Platense no es favorito, claro. Nunca lo fue. Pero eso no importa. Este Calamar ya demostró que los imposibles existen para ser derribados. Y que cuando se juega con el alma, no hay estadio lleno ni gigante enfrente que los detenga.

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Porque este Platense no juega solo por la gloria. Juega por su historia. Por su gente. Por el orgullo de ser Calamar. Y cuando la pelota empiece a rodar en Santiago, no será un equipo más: será el alma entera de Saavedra desafiando al destino.

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